lunes, 17 de agosto de 2015

Poema , esos escrito en las largas horas de la patagonia, invierno, viento , mate y escarcha en el frío oscuro de la noche. 

Erase una vez ... una Reina




Erase una vez, en
un país lejano, en
un pueblo profundo, en
el seno de dos aguas, en
la falda del mirador centinela, en
el más acá del futuro
casi hoy...

Había un reino, había
una Reina, había
otro que creía ser Rey, había
una soberana
solo ella
no él, había
un reino, en el papel, había
algo más...

En las noches, en los días
ayer y hoy
aquí y allá
en los salones
en todas partes
en mi alma
en mi corazón
un dolor
un pesar, que, con
ella llenaba, con
su cuerpo, con
su brillo cegaba, con
caricias y miradas, con
sus promesas ¡que rico!, con
su calor quemaba ¿cuando?, con
sus momentos... ¿con qué?
Vacío, palabras huecas
nada era
solo eso, era
una tela, era
una ilusión, era
una figura de carey, era
una muñeca inflable, era
reversible y lavable, era
brillo y oro en las ceremonias, era
compañía y sufle en las fiestas, era
una acuarela fresca, era
ojos llorosos y corridos, era
una cuenca hoyada, era
mi Reina Maniquí...

Una figura de yeso y laca
siempre lista
bella y esculpida
hueca en si
una prenda más
un paseo constante
un palo de lucir
un títere de compañía
un ente dispuesto
sin amor, sin alma
era mi Reina...

Erase una vez
la Reina Maniquí
en un pueblo verde
en un de país de compás
triste y sin fe
sin castillo
sin lacayos ni vasallos
sin nada
sin mi
él... si... él
se creía rey
Erase una vez... un maniquí
una Reina...

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