Despierta Huenchumir
Agarra
el lazo Huenchumir, que la vaca esta en el techo pastando renuevos . . . esta.
Amarra el bosque a tus pies . .
mira que los gringos quieren quitártelo. Rompe tu violín en sus
costillas y cántale al abismo tu música preferida con milonga y chamame.
Tómalos
de los ijares y lávales sus patas sucias
con el agua cantarina que sale de las
cuerdas sueltas.
Llama
a los teros eternos y pídeles los custodien en su huida, para que de la manos
del viento y en el alto cielo, los lleve de regreso a gringolandia, ¿ gringo . . . go home !
Despiertame
al caer la noche, con su luz reflejada en lo profundo de mis pupilas y viajar
por senderos de plata hasta encontrar el beso escondido en ellas para tí.
Arrea
langostas en lo profundo del mar , ordeña las esponjas que florecen en ese
jardín y trae en este tazón la leche que ha de calmar el dolor y esta pena aquí
relegada por el olvido del hombre al manchar tu cara inocente con la vergüenza
de la ambición.
Te
espero durmiendo , pues cuando llegues y toques mi puerta verás mis manos
grandes, los pies pequeños y largos como mi pelo y más fuertes que mi aliento
matinal.
Ese día mi noche se irá y regresaré a mi hogar. Se abrirán las plumas
de mi cola y cada una de las escamas multicolores, en esta piel tachonada de
luces, alumbrarán el patio sucio y cubierto de bolsas negras y blancas de las basuras de las compras tiradas por vecinos descarados.
Ellos
esperan que te vayas y olvides tu nombre y tu raza . . . para luego poder coger
y requete coger a tus ancestros y coger y coger a tu descendencia por siglos y
siglos, haciéndolas suyos.
Quieren liar tus ríos, esperan cercar tus lagos es un sueño
eterno, inundar tu hogar y sembrar tu
olvido en lo profundo del bosque asustado, temeroso del filo del hacha
amenazante manejada por los dueños del oro verde que llaman dólar.
Despierta
Huenchumir, sacúdete la indiferencia y comienza a juntar en un solo lugar a las
víctimas de la ignominia y el poder concentrado en las manos del dinero, corre
a gritar en todos los senderos del bosque y valles , agita a los insectos y
saca de sus nidos a todos los pájaros que encuentres, junta salmones y sapos y
con ellos canta muy alto que deben rebelarse y todos juntos gritar ¿ no quiero morir . . . ! ¡ No inunden mi hogar . . . yo estoy aquí . . . !
Yo
seré el último en gritar , cogido una y
mil veces por la desdicha , ya sin nombre , ya sin alma ya sin hogar.
Despierta
Huenchumir , amarra el bosque . . . que ya me he dormido otra vez .
Te pasaste!!!
ResponderEliminarEs un cuento poema maravilloso.