sábado, 29 de agosto de 2015

Seguimos con dos poemas, de pocos versos pero con mucho contenido 
y pasión  . . . 




Redondos, tersos, ansiosos
Que de besos y caricias colmé
Pechos hinchados de amor
Apetitosos, dulces, embriagadores

Lunar que bella puerta coronas.
Déjame pasar
Entrégame a mi amada
Entrégate a este amor.

Firme y poderosa será
El compromiso que
Bañados en sus jugos

Al cielo alcanzaremos.













Voy a ti

Voy a Ti será el poema
Voy a Ti ayer y hoy
Ir a Ti mi vida mueve
Ir a Ti es ansiedad
Ir a Ti hasta que
Ir a Ti será así
Voy a Ti hasta cuando
Voy a Ti

Para quedarme...





miércoles, 26 de agosto de 2015

En mi ciclo laboral he visto muchas situaciones muy especiales de la vida y de la muerte, en especial cosas que trastocan el Alma y que para muchos no tiene salida. Aquí les dejo un cuento que habla de ello ...














LA VIDA EN UN ABRIR Y CERRAR


La vida, hermosa y maravillosa, vigorosa y
alucinante, llena de sonrisas y alegrías, se
contrapone con el echo de ser a la vez muy débil y
frágil como un cristal. Y esta fragilidad brillante y
translúcida es etérea y efímera al tratarse del
equilibrio de la razón.

Hace unos días, pasando visita en una sala del
servicio de medicina y al dar de alta a uno de los
pacientes, este alegre y de ánimo bromeaba sobre
el riesgo que veía por estar muchos días hospitalizado,
 lejos de su joven esposa, sin poder saber que pasaba 
en su casa y esperando a su vez que al llegar a ella , 
encontrara todo en orden, la leña picada y alineada en 
el cobertizo y la mujer satisfecha, era lo único que 
valoraría del patas negra, ya que el, aún estaba sin fuerzas. . .
 ja, ja,ja.

Pero en la cama del frente la situación era muy
distinta, la noche anterior, se había hospitalizado un
paciente que no conocía y que estaba muy ansioso
e inquieto, no pudo dormir y se levantó y caminó
alrededor de la cama toda la noche. En sus manos
llevaba un celular y lo aprisionaba con furia, lo
miraba a cada momento, sin abrirlo, sin llamar y sin
más que sacarlo y que meterlo en su bolsillo como
un reflejo estereotipado.

− Buenos días – le dije, a manera de iniciar el
dialogo – soy el doctor Martí, ¿ Ud. como se llama ?

− Me llamo Diego y Ud. no es mi médico – dijo a

manera de reproche y distanciamiento.

− Ud, llegó anoche, esta es la sala a mi cargo y
por eso estoy aquí para atenderlo y solucionar
su problema de salud – esperando poder acercarme a él.

− Mi problema no lo podrá solucionar nadie y menos Ud. 
se metió a la cama, se tapó entero y se puso de costado 
dándome la espalda.

Sin más dialogo que el citado y con mucha calma,
lo fui destapando e inicie un examen físico inicial.
Según los datos de enfermería tenía presión arterial
normal, no tenía fiebre ni problemas respiratorios.
Era algo obeso, de tez pálida, pelo claro, de media
estatura. A medida que inicie la inspección, se
relajo y se dejó examinar sin problemas. Su corazón 
se escuchaba bien y los pulmones tenían buen murmullo, 
el abdomen era blando y sin masas y las extremidades 
se movilizaban adecuadamente, sin cadencias.

− Esta muy bien, parece que no le aqueja nada físico 
- ¿Por qué lo hospitalizaron ? 

Al intentar responderme y pese a sus 45 años,
explotó en lágrimas y comenzó a sollozar como un
niño a quién alguien le ha quitado un dulce. 
Recién en ese momento fije mi mirada en un pañuelo que
rodeaba su cuello y que no se había querido sacar
al momento de examinarlo.

− Anoche intente suicidarme, colgándome con una soga, 
pero esta se rompió – dicho esto,se sacó el pañuelo y lo arrojo con
displicencia a los pies de la cama, dejando a la vista un rodete solevantado y edematoso que rodeaba la parte baja del cuello.

− ¿Por qué se preguntará?

− ¿Y cual fue el motivo que me llevó a querer

morir... ? y es el deseo que espero cumplir muy pronto... 
- Aún sollozando y enjugándose las lágrimas con el puño de la
camisa acoto – todo es por culpa de este celular que tengo 
en mis manos, no es mío,es de mi esposa.

− Asentí en silencio y seguí su conversación atentamente

− Tenemos 3 hijos, el mayor de 9 años y la menor de 2 años, 
ella pasa las mañana en la casa y para ayudar a sostener los gastos
y cooperar con la educación de los niños trabaja en las tardes. Yo trabajo fuera de la ciudad, llegando a casa en las noches. 
Es por eso y para poder comunicarme con ella y saber de los niños, 
le regale este celular en su cumpleaños – dicho esto se desplomó
y se puso a llorar desconsoladamente.

− Le di un poco de agua, le palmotee un poco la espalda y me senté a su lado. - Siga

− Ayer, cansado y agobiado por las tareas y labores de fin de año, llegué más tarde a la casa , pero pese a lo tarde del día , debía comunicarme con mi trabajo y me di cuenta que había olvidado mi cell en la oficina, así
que use el de Delia, mi esposa, que estaba sobre la mesa. 
Después de llamar y sin saber por que, comencé a jugar con el
menú y llegue a los mensajes... malditos msm, maldito celular, malditos todos...

Se levanto bruscamente de la cama, arrojo el celular al suelo con furia inusitada y lo pisoteo con rabia varias veces hasta romperlo en pedazos, me
miró con los ojos exaltados y llenos de odio y me dijo :

− Escuche la conversación que tuvo con el paciente que dio de alta 
y por eso no quiero que sea mi médico. ¡Escucho!!! - Son todos unos
malditos, Ud, el otro y todos... malditos – dicho esto, y como un energúmeno, dio un salto y se arrojó por la ventana, reventándose en la loza de
estacionamiento cuatro pisos más abajo.

Quién no tiene uno a más de un celular para uso personal o laboral, quién no se comunica a diario y a cada ratos con su lugar de trabajo, con sus
colegas, con sus hijos y con su pareja por este medio, con llamadas, con buzón de voz, y con el msm, enviando textos, cortos y no tan cortos , con o
sin fotos... es la tecnología actual, fantástica , comunicativa y facilitadora de la vida... Es casi imposible vivir sin algún modelo de cell en el
bolsillo, en la cartera , en el bolso...

La tranquilidad del diario vivir que nos denota paz y sosiego, se puede venir abajo en un abrir y de cerrar de ojos, o mejor dicho en términos
tecnológicos actuales, la vida se puede ir al tarro con algo tan simple como abrir un mensaje (msm) del celular, sobretodo si no es de uno...
Diego así lo supo y no pudo sobrellevar al patas negras.

Y tampoco pude solucionar su problema... ¿ O sí ?



martes, 25 de agosto de 2015

Unos versos cortos dedicados a un ser muy especial en nosotros : 
Nuestro Corazón  , ese que nos hace vivir y soñar y 
que florece cada mañana contigo . . . .











Corazón (*)

La felicidad es esquiva
las fechas... relativas.
El corazón... esa masa
ese latir... ese hogar.
Te mueve la ansiedad
por un hombre... por una mujer
te derrites
te incita... el amor
te domina
de dicha, es su ritmo
el canto... ensoñación.
es vida
Escúchalo...
pues... si Él pensara
se detendría...















Corazón (**)

Corazón, corazón del pecho tu hogar
Caminar lento o rápido, tu latir.
Corazón, corazón haces mi alma volar
Y el amor en mí haces sentir
La vida al surco haces sembrar
y de la manos de mis niñas.
Corazón, corazón si llegaras a pensar

Al otro mundo me harías partir...




domingo, 23 de agosto de 2015

Un relato hecho con el corazón y la memoria de mi abuelo "Samuel" , un hombre duro, sensible y comprometido



  EL LEGADO DE MI ABUELO

En el camino se verá... decía mi abuelo
caminando al monte. Mis amigos, poco
acostumbrados al cerro, sudaban la gota gorda
bajo el peso de sus mochilas modernas y
luminosas, cargadas de comida, ropa, dulces y
muchas cosas de más…

Esos paseos eran sublimes, cada diciembre al
terminar el año escolar, nos allegábamos a su casa
y planeábamos la subida al cerro. Mientras
nosotros llenábamos una lista de lo que llevaríamos
para 2 semanas. El sonreía y nos esperaba con
paciencia hasta el día que cargados y ansiosos
aceptaba que lo separáramos de sus abejas y con
alegría nos mostrara el camino.

El cargaba su saco mágico amarrado a la cintura y
donde solo cabía un saco de harina tostada y un
tarro de miel. Su paso acampechado no dejaba
tiempo al descanso ni a las quejas y así después
de horas de seguir su huella, nos estaba esperando
con una cazuela de pajaritos, papas y cebollas que
había cazado y recogido mientras le dábamos
caza.

Cada noche, cansados y arropados en nuestros
sacos de plumas, le decíamos adiós al abuelo,
quién sentado y tapado solo con su manta nos
cuidaba bajo las estrellas.

Esas excursiones fueron nuestra mejor escuela,
con el aprendimos del esfuerzo y la sencillez y así
fue que cada verano llegábamos con una carga
más liviana y simple. Donde cabe lo necesario para
subsistir, el resto lo da la vida… ya que en el
camino se arregla la carga.


jueves, 20 de agosto de 2015

Poema de los nuevos, de esos de existencia y preguntas . . .













Sombra y Olvido

Sombra que sigues mis pasos
no huyas de ellos cuando te siguen .

Dicen que eres mía, sin embargo
¿ porque te separas de mí cada mañana ?
Dicen que no existes, que no eres real,
pero

¿ porque me acompañas a donde voy?
Si todo esto es cierto
¿ porque me abandonas de noche ?

Hoy amaneció y no he despertado
he dado varios pasos y no estas ahí
no te veo atrás ni adelante
el sol esta de costado
y no alumbra
Sol redondo y anaranjado 
y no brilla.

Anoche después de llegar aquí
leí mis notas, cené y a tu lado me he
acostado
Hoy ya no se . . .

¿ Porque he de preguntarme ?
¿ porque ese impulso de saber que hacer?
¿ porque tener que pensar? 
¿ porque Yo y no Tú ?

Busco y no encuentro
miro y no veo , no estas
escarbo y no hay fondo
me toco y observo por todos lados, 
y no me reconozco 

¿ Quién es ese que habita el espejo ?
Hoy o ayer he despertado 
mañana otra vez y luego  ¿ Que ?

Dime sombra que haces ahí tirada
levántate y sígueme 
alfombra con tu piel mi caminar
dime  que he dejado atrás.

En el sorbo de la noche
en este cuerpo sin nombre 
se fue la luz y el tiempo
sin sombra ni recuerdos.
sin sombras ni memoria
solo 

quedó el olvido.













miércoles, 19 de agosto de 2015

Cuento o más bien un GRITO de LIBERTAD para nuestro PUEBLO originario . . .




Despierta  Huenchumir

            Agarra el lazo Huenchumir, que la vaca esta en el techo pastando renuevos . . . esta.

Amarra el bosque a tus pies  . .  mira que los gringos quieren quitártelo. Rompe tu violín en sus costillas y cántale al abismo tu música preferida con milonga y chamame. 
Tómalos de los ijares y  lávales sus patas sucias con el agua cantarina que sale de  las cuerdas sueltas.

            Llama a los teros eternos y pídeles los custodien en su huida, para que de la manos del viento y en el alto cielo, los lleve de regreso a gringolandia,  ¿ gringo . . . go home !

            Despiertame al caer la noche, con su luz reflejada en lo profundo de mis pupilas y viajar por senderos de plata hasta encontrar el beso escondido en ellas para tí.

            Arrea langostas en lo profundo del mar , ordeña las esponjas que florecen en ese jardín y trae en este tazón la leche que ha de calmar el dolor y esta pena aquí relegada por el olvido del hombre al manchar tu cara inocente con la vergüenza de la ambición.

            Te espero durmiendo , pues cuando llegues y toques mi puerta verás mis manos grandes, los pies pequeños y largos como mi pelo y más fuertes que mi aliento matinal. 
Ese día mi noche se irá y regresaré a mi hogar. Se abrirán las plumas de mi cola y cada una de las escamas multicolores, en esta piel tachonada de luces, alumbrarán el patio sucio y cubierto de bolsas negras y blancas de las basuras de las compras tiradas por vecinos descarados.

            Ellos esperan que te vayas y olvides tu nombre y tu raza . . . para luego poder coger y requete coger a tus ancestros y coger y coger a tu descendencia por siglos y siglos, haciéndolas suyos. 
Quieren liar tus ríos, esperan cercar tus lagos es un sueño eterno, inundar tu hogar y  sembrar tu olvido en lo profundo del bosque asustado, temeroso del filo del hacha amenazante manejada por los dueños del oro verde que llaman dólar.

            Despierta Huenchumir, sacúdete la indiferencia y comienza a juntar en un solo lugar a las víctimas de la ignominia y el poder concentrado en las manos del dinero, corre a gritar en todos los senderos del bosque y valles , agita a los insectos y saca de sus nidos a todos los pájaros que encuentres, junta salmones y sapos y con ellos canta muy alto que deben rebelarse y todos juntos gritar  ¿ no quiero morir  . . . ! ¡ No inunden mi hogar  . . . yo estoy aquí . . . !

            Yo seré el último en gritar , cogido una  y mil veces por la desdicha , ya sin nombre , ya sin alma ya sin hogar.

            Despierta Huenchumir , amarra el bosque . . . que ya me he dormido otra vez .



martes, 18 de agosto de 2015

Cuento , uno muy muy especial, disfrútenlo : 




 




             


EL PICOR DEL ALIENADO

Picó una vez y luego otra y otra vez, miraba y no
veía nada, sólo el picor…

Al rato apareció un punto rojo, solevantado y muy
picante, si… picaba y ardía…, al rato otro y otro
más, parecían abejas minúsculas que afloraban en
mi piel tibia. Deformaban mi antes piel suave y lisa,
y la transformaron en un campo minado, lleno de
pequeñas papulas y puntos muy rojos,
solevantados y quemantes. Primero los tobillos,
luego el talón… si aparecían desde abajo, cerca del
paso inicial que busca el camino. Llegaron ellas
primero e impedían el caminar en paz, me
obligaban a pensar antes de dar el próximo paso,
como si quisieran que me detuviera.

A poca andar, tragedia total… sin preguntar siquiera
y sin aviso, florecieron en tropel desde los muslos
hasta las nalgas, cada vez más picosas y
agrupadas entre sí, como si conversaran entre
ellas, formaban grupos irregulares y molestos. Pese
a ello, no se veía al responsable de tamaña
agresión. Hoy no había examinado ni tocado a
ningún paciente con sarna, como otras veces y que
significo 2 semanas de embadurnarme con cremas
y pastas con la fragancia de una francesa medieval.
Tampoco recordaba haber comido ni tomado
alguna pastilla que explicar esta ofensa, hasta dejé
de comer maní, almendras y chocolate , por si
acaso …

Al día siguiente ya no podía presentarme en
público, toda mi piel era un campo de tiro de
insectos ponzoñosos, tronco, cuello, cara y
párpados abollados por doquier… llenos de
pequeños volcanes rojos y duros, quemantes y
ardientes como el peor de los ajíes… no respetaron
ni el ese lugar… por eso no te busqué.

Recordando que poder hacer, busque en libros de
alergia, en atlas de dermatología y en cada lugar
que encontré en la Web… y nada, no existía algo
siquiera parecido… Tomé cuanta pastilla
antialérgica encontré, me dope, andaba como lelo,
medio dormido y volado, entre esta y la otra,
flotando y escondido y sin embargo... seguía
picando, si picaba como el peor de los martirios…
picaba y picaba… y volvía a picar.

Hasta llegue a pensar en un mal de ojo y brujerías,
invoque conjuros y contras que encontré... y
nada… hasta un porro fumé… y nada… sus buenos
tragos tomé... y nada... me puse cuanta crema y
menjunje hallé, me di baños de barro, de arroz con
afrecho, con azufre, con bosta de caballo y de
cuanto hay, me revolqué en charcos y pantanos,
me perdí en los cerros, me frote en cada árbol que
topé, me sumergí en cuanto lago y arroyo que
cruce, por horas en el mar floté… si, si hasta en
pelotas y de noche vagué buscando la purificación
de la lluvia y la niebla azul… Y así fue que con el
correr de los meses y sin remedio, pase a formar
parte de los alienados de la ciudad, que caminan
sin rumbo y la mirada perdida.

Un día, deje de caminar y me puse a escribir… y…
como tocado por un hechizo mágico, dejé de mirar
las ronchas y me olvide del picor… y aquí estoy,
escribiendo hace un año... como un desaforado,
con la piel como puerco-espín y con Jack Daniel’s
de consuelo, a mi lado. 




                              


lunes, 17 de agosto de 2015

Poema , esos escrito en las largas horas de la patagonia, invierno, viento , mate y escarcha en el frío oscuro de la noche. 

Erase una vez ... una Reina




Erase una vez, en
un país lejano, en
un pueblo profundo, en
el seno de dos aguas, en
la falda del mirador centinela, en
el más acá del futuro
casi hoy...

Había un reino, había
una Reina, había
otro que creía ser Rey, había
una soberana
solo ella
no él, había
un reino, en el papel, había
algo más...

En las noches, en los días
ayer y hoy
aquí y allá
en los salones
en todas partes
en mi alma
en mi corazón
un dolor
un pesar, que, con
ella llenaba, con
su cuerpo, con
su brillo cegaba, con
caricias y miradas, con
sus promesas ¡que rico!, con
su calor quemaba ¿cuando?, con
sus momentos... ¿con qué?
Vacío, palabras huecas
nada era
solo eso, era
una tela, era
una ilusión, era
una figura de carey, era
una muñeca inflable, era
reversible y lavable, era
brillo y oro en las ceremonias, era
compañía y sufle en las fiestas, era
una acuarela fresca, era
ojos llorosos y corridos, era
una cuenca hoyada, era
mi Reina Maniquí...

Una figura de yeso y laca
siempre lista
bella y esculpida
hueca en si
una prenda más
un paseo constante
un palo de lucir
un títere de compañía
un ente dispuesto
sin amor, sin alma
era mi Reina...

Erase una vez
la Reina Maniquí
en un pueblo verde
en un de país de compás
triste y sin fe
sin castillo
sin lacayos ni vasallos
sin nada
sin mi
él... si... él
se creía rey
Erase una vez... un maniquí
una Reina...

domingo, 16 de agosto de 2015

He comenzado un Gran Proyecto : UNA NOVELA, la verdad que no has sido fácil, pero el tiempo sigue siendo el mejor aliado y las ideas afloran como el viento , aún no he decidido el título y faltan varios capítulos.
Quiero compartir con Uds, lo escrito y espero sus comentarios más diversos , espero les guste:

NOVELA Capitulo (Inicio)

            Por un pasillo largo y silencioso, avanzaba lento y dubitativo a su turno de noche. Desde  su llegada a esta ciudad hace solo 6 meses,  lo que más le gustaba de su que hacer en el hospital, era su trabajo en la unidad de cuidados intensivos (UCI) , ya que ahí se sentía a gusto y allí podía ejecutar todo lo aprendido y desarrollar todo lo que realmente le gusta, enfrentar el dolor humano y lidiar con enfermedades que atacaban mortalmente a los pacientes. 
Felipe  era un residente joven,  de mucho conocimiento pero poca experiencia de terreno, ya que de la escuela de medicina había sido meteórica, de la facultad a una beca primaria y luego directamente a este hospital. A diferencia del resto de los médicos del staff , que se habían formados en la trinchera y en la dura experiencia que les había dado el laborioso trabajo en terreno, ya sea como médicos generales de zona o como generalistas, habiendo pasado largos años de turnos en postas,  urgencias y en distintas unidades de rescate de pacientes graves. En cambio, para el, su valer como médico residía solo en lo aprendido en los años de estudio y su gran conocimiento teórico y muy actualizado de las diversas patologías. Sin embargo, aquí y por suerte ,  se complementaba muy  bien con el trabajo en equipo con el resto de sus colegas. Así  cada mañana y en cada entrega de turno, discutían de los enfermos y del mejor plan para superar los problemas del día, así se complementaba la experiencia con el conocimiento contemporáneo.

            Un frío gélido y muy suave , casi superficial, le recorría la espalda y la coronilla , no sabía cuando había comenzado pero ya llevaba varios días erizándoles los vellos , suavemente, casi como un suspiro. Esta noche en especial, se había acrecentado  hasta hacerse inquietante, pues notaba que a medida que se acercaba al hospital, crecía en intensidad y era más molesto. No sabía muy bien a que atribuirlo ni como combatirlo, no era frío ni calor, no tenía fiebre ni se sentía enfermo pero lo ponía algo molesto y lo sacaba de la concentración que su trabajo requería. Sin embargo lo que realmente le estaba inquietando y preocupando en demasía era el hecho que había vuelto algo ya casi olvidado hace varios años , el olor …

-        Vamos , rápido , que el enfermo se nos va …
-        Ya doctor, no me apure , que solo tengo dos manos – le respondió la enfermera.
-        Póngale la adrenalina endovenosa y tómele la presión venosa central, y dígale a la auxiliar que apure el suero -   ya pues … vamos , rápido.

            Desesperado dialogo a las 4 de la mañana, después de horas de no despegarse del lado de la cama de una señora de 88 años, ingresada el día anterior por una hemorragia cerebral masiva y que la había llevado a un coma profundo a poco ingresar.  Su curso clínico era el esperado , pero Felipe, desesperado y sin saber por que, intentaba reanimarla y sacarla adelante en su turno, la había invadido por todos lados, le instalo catéteres y  todo tipo de fármacos como si con ello intentara variar el curso de un derrotero ya fijado por el destino.
            Andréa , no entendía ni tenía muy claro cual era el motivo de su actual ensañamiento en recuperar a la paciente, ya que en otras ocasiones similares, solo se había dedicado a conversar con los familiares del paciente. Informándoles del pronostico ominoso y en un ámbito más bien místico los llevaba a un plano espiritual. Hoy no sabía que pasaba , desde que lo vio entrar a la sala lo notó raro, con un andar apesadumbrado y como si llegara con todo el peso del mundo sobre su espalda, su saludo fue un suspiro profundo. Después lo observó sentarse un la silla de vigilancia y no despegar su mirada de esta paciente en particular, a los demás los ignoró.

-       Llegó Violeta, quiero conversar con ella – pregunto al viento, sin dirigirse a nadie en especial.
-       No doctor, hoy llegará un poco más tarde, tuvo problemas con la nieve.

            Ante la imposibilidad de conversar con ella , siguió sumido en sus pensamientos. El resto del personal, enfermeras y auxiliares paramédico, continuaron sus actividad normal de la entrega de turno y se olvidaron de él. Andréa sin embargo, lo siguió observado preocupada y algo inquieta ya que nunca lo había visto así. Lo normal era que participara activamente del la entrega de turno, le gustaba que todo el equipo de la unidad se hiciera parte de ella y preguntaba a todos por igual de evolución de cada paciente y hacia muchos comentarios del plan a seguir, de tal que todos quedaban enterados de lo habría que hacer en ese turno. Hoy , estaba ausente.

            Cuando estaban frente a la cama del cuarto paciente, la vio, Violeta estaba mirando desde el umbral del recinto, vestía de pulcro uniforme, bien arreglada y parecía que buscaba algo. Era la paramédico de más años en la unidad, la con más experiencia, y su conocimiento se enriquecía preguntando, siempre preguntaba de todo a los médicos y enfermeras sobre los exámenes y tratamiento. Le interesaba de sobremanera el curso de la enfermedades que aquejaban a los pacientes y por lo mismo, siempre  estaba dispuesta a estudiar y perfeccionarse.  En ello además se entregaba por devoción a enseñar y entrenar a los nuevos, a quienes acogía como un miembro más de su familia. Con los médicos mantenía su distancia y solo trataba cosas del trabajo y de los enfermos. Se conocía de su inmensa apertura para con los demás , pero de su vida particular , muy pocos podían dar fe de conocerla, era muy reservada y poco participaba de actividades extras. Solo se comentaba que leía mucho y hacia viajes al extranjero cada 2 años, por largos períodos y que tenía una cualidad por muy pocos conocida y de la cual era aún más reservada.

-       Venga Violeta – le dijo Andréa – apegase a nosotros y siga la entrega de turno.
-       Ya voy señorita, déjeme tomar aire, ya la sigo luego – dijo con voz clara y pausada.
-       Violeta – dijo Felipe – estaba esperándola, venga que tengo algo que preguntarle-
-       Más rato doctor , que tengo que ir a recibir turno – y se arrimo al resto del grupo.

            Esperaba que ella pudiera darle respuesta a su inusual sensación  de abandono y  desanimo de hoy.   No era pena ni dolor del alma, sentía mucho frío y percibía en el ambiente una sensación de vacío y muerte que lo atrapo desde que puso un pie en el hospital. Era muy parecido a la capa pegajosa y etérea que lo ahogo  el día que su madre falleciera hace 5 años.
                

            A las pocas horas de entrado en el turno y una vez que pudo animarse a evaluar y evolucionar a los paciente de esa noche, pudo acercarse a Violeta y conversar. Ella pese a hacer muy bien su trabajo, denostaba una actitud más pensativa y silenciosa que de costumbre. Al verlo acercarse, quiso ignorarlo, pero su cercanía hacia imposible no atenderlo.

-        Tiene ahora un tiempo para conversar.
-        Sí , aunque creo que se lo que me quiere preguntar. - Le respondió mirándolo suavemente a los ojos.
-        Espero que no se moleste y no me interprete mal, pero desde que llegué al hospital he notado algo distinto en el ambiente. ¿ Ud. no ha notado nada raro... ?
-        A que se refiere doctor – le miró con ceño fruncido - es Ud. el raro y lo mismo dice el resto del personal, pero no se que quiere saber de mí.
-        Mire Violeta, no me pregunte como lo se, solo se que es así. Me he dado cuenta que Ud. tiene una capacidad especial y que por ello, sabe cuando algo va pasar con los pacientes. Una vez lo pregunte al jefe y a los demás y así me lo confirmaron y también dicen que ya no lo comenta ni cuenta a nadie para no dar que hablar. - ¿ que hay de cierto en eso?

            Violeta lo observó por un largo rato antes de contestarle, pensaba que respuesta darle y no ser pedante ni completamente abierta en ello. Era cierto que desde que entro en la pubertad comenzó a soñar cosas que sucederían y luego se hacían realidad, al principio le pareció divertido y así lo comentaba con sus compañeras de colegio, pero  un día un sueño le revelo que su mejor amiga moriría en un accidente, atrapada en un bus. Al día siguiente y desesperada trato de persuadirla, le pidió y rogó de todas las formas, le abrazo, la apretujo, le grito y finalmente la retó sin lograr convencerla, tuvo que pedirle de rodillas y llorando que no viajara, sin poder decirle la razón de su solicitud. Pese a todo, la familia de su amiga, sin entender el por que de su obstinación desestimo su plegaria y emprendieron el viaje programado. Desde ese día no ha podido acercarse a ningún cementerio pues no quiere encontrar la tumba de su amiga fallecida a la misma hora y en el lugar de su premonición. Tampoco la acompaño en su funeral pues no tuvo fuerzas para levantarse por varias semanas. Desde entonces no es capaz de  comentar ni hablar de sus sueños con nadie. Tal vez por ello se ha quedado soltera, temerosa que sus sueños le muestren el momento de quedarse viuda y ese peso la terminaría hundiendo para siempre.
            Sin sacarle los ojos de encima, pensaba muy angustiada el porque de esa pregunta tan sin sentido y sin embargo tan clara para ella. Precisamente hoy después que he soñado cosas terribles y cercanas, el esta muy raro y apagado, tal como se presento en el sueño, el ambiente era el mismo de ahora y el aroma penetrarte es más fuerte que otras veces, incluso en el sueño era así de fuerte, recordó.                            

-        Si doctor , todo lo que quiera saber es cierto y espero que podamos llegar cuerdos al fin del turno.
-        ¿ Siente el olor especial que envuelve todo en la sala ? - Me parece conocido , pero no estoy muy seguro de ello  … será …
-        Tiene razón , lo he sentido desde el umbral y también se, que Ud. lo ha notado . . . Si doc. … La muerte nos acompaña esta noche.

            A las 7 de la mañana y después de no separase de su lado y continuar luchando por impedir su partida, Felipe cedió a su obstinación y dio por fallecida a la paciente. Nada de lo que hizo dio resultado, no noto ningún cambio en sus signos vitales, daba igual que fármaco introdujera, daba igual si le ponía más líquidos intravenosos o los hacia eliminar por la orina, daba lo mismo que modo ventilatorio aplicará en el ventilados mecánico, toda era lo mismo y pese a todo , se apagó lentamente.

            Los únicos cambios se reflejaron cuando Violeta con gran cariño y respeto retiró los cables y agujas del cuerpo de la fallecida, su expresión demostraba por primera vez en toda la noche, paz y quietud. Sentado en el largo mesón, una vez que anotaba los sucesos del caso, Felipe se incorporó sobresaltado y mirando a Violeta , noto que se respiraba un aire límpido y sin olor . . . ella sonreía.